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Desde la ficción y a veces desde comentarios de actualidad, en ustedes esta destinguir cual es cual.

sábado, 30 de julio de 2011

ROMANCE Y TRAGEDIA EN PRIMAVERA

En una ciudad poco poblada del interior transcurre esta historia extraña, pero en un punto bastante cotidiana.
Todas las tardes un grupo de amigas, se juntan a tejer mientras toman mate con masitas y miran el mundo a través de un gran ventanal.
La casa pertenece a los padres de la más pequeña del grupo, Micaela. Ella es hija única, sobreprotegida, es la más silenciosa y tímida. El resto del grupo esta compuesto por un puñado de señoras, alegres, bulliciosas, charlatanas, separadas y con hijos. Micaela se incorporó al grupo cuando lo conoció en uno de los cursos a los que sus padres le permitían ir, estas no tardaron en aceptar la invitación de la joven, que les brindaba el lugar perfecto para hacer las cosas que más les gustaban,  charlar, tejer, matear y chismear los sucesos más jugosos del barrio.
Una mañana de otoño, en la vereda de enfrente se instaló un Estudio Jurídico, pero lo primero que notaron las amigas fue al secretario del mismo. Un joven alto, de rasgos fuertes, esbelto, con características griegas o italianas en su rostro. Ellas admiraban su belleza y sus movimientos a través del cristal de la ventana, en silencio a veces y otras murmurando, haciendo comentarios sobre distintas partes de su cuerpo, la única que no decía nada era Micaela, pero sus amigas ya sabían que era reservada y no la molestaban con preguntas que la incomodaran.
Los días pasaron y con la llegada de la primavera pareció que algo en el cuerpo de la joven se transformaba, como un capullo a punto de explotar su hermosura al amanecer.
Desde que tuvo varios encuentros accidentales con Juan en los negocios del barrio, se sentía distinta, apenas un saludo, una media sonrisa, bastaba para que ella descubriera el día más luminoso, el pasto más fresco. Así fue, como poco a poco sus sentimientos fueron pasando de pequeños rubores a deseos incontrolables. Juan aprovechaba cualquier excusa para verla y decirle lo mucho que la amaba, cuanto moría su corazón cuando no la veía asomarse por la ventana. Los besos a escondidas, las caricias en las veredas, terminaron en una cita en la pieza que Juan ocupaba detrás del Estudio. Micaela no podía creer que por fin podía disfrutar una velada romántica con su amado.
El encuentro fue perfecto y terminó entre las sabanas de la cama, donde ella a sus veintisiete años perdió su virginidad, en una noche de primavera, con olor a azahares y jazmines, pero la inocente joven, no sabía que su enamorado no tenía nada del príncipe azul de los cuentos, en una reunión semanal de tejido lo iba a descubrir.

martes, 26 de julio de 2011

EL SOSPECHOSO CRIMEN ¿FUÉ EL PERRO POLICÍA?

El barrio amaneció sobresaltado, un grito desgarrador cruzo el aire, las tenues luces de los primeros rayos, iluminaron la escena, tendida en la ochava yacía una mujer con sus ropas arrancadas y  en todo el cuerpo, sus carnes desgarradas mostraban sus entrañas, grotesca visión para una primaveral mañana.
Los vecinos no pudieron identificarla, su rostro desfigurado y sus prendas destrozadas lo impedían. La policía llego al lugar y alejo los curiosos cerrando el área, los peritos tomaban pruebas mientras los oficiales interrogaban a los vecinos buscando algún testigo, alguien que pudiera develar el misterio de esta extraña muerte, una vecina declaró ¡fue un perro policía que vive a media cuadra! Y los vecinos asintieron seguros de que ese feroz animal, que a tantas personas había atacado era el culpable de esta atroz masacre.
La policía llevó el cuerpo al forense y las pruebas recogidas a la dependencia la primer tarea era identificar a la víctima y luego saber la causa de su deceso, la información llegó cerca del mediodía, la victima fue identificada como Norma Méndez, viuda, de sesenta y siete años, jubilada con domicilio en el barrio "El Ceibal" a media cuadra de donde se encontró el cuerpo.
El informe del forense detalló que la causa principal de la muerte era un traumatismo en la parte posterior del cráneo producido por un golpe con un objeto contundente, probablemente en movimiento y desplazándose a gran velocidad el impacto con el cuerpo quieto de la victima produjo una fuerte caída determinando las heridas en el rostro, el  resto de las heridas podían deberse a un movimiento de arrastre del cuerpo o la imposición de gran cantidad de peso sobre el mismo, la forma en que se encontró el cuerpo significaba que el mismo había sido despedido hasta quedar en esa posición, de ningún modo aclaraba el médico forense las  heridas coinciden con mordeduras ni desgarros producidos por dentadura canina de ninguna raza y menos de un perro policía.
Concluye el médico que la posible causa de la muerte era accidente automovilístico producido por un camión de gran porte ya que la herida del cráneo mostraba un dibujo similar a la parrilla de estos camiones.
Cuando el oficial leyó el informe solicitó a los peritos el análisis de las pruebas recogidas y las fotografías de la escena del crimen. El informe pericial destacaba el hallazgo de caucho y tierra en las prendas de la víctima y las fotos tomadas en la escena mostraban frente al domicilio de la víctima una bolsa de residuos destrozada y unas huellas de frenadas de un largo de setenta metros.
El oficial concluyó que la muerte de la señora Norma Méndez se produjo cuando la misma salió a sacar la basura y un camión de gran porte que se desplazaba a mas de cien kilómetros por hora la choco por la espalda y la piso o arrastró despidiéndola luego en el lugar que se halló el cuerpo.
El oficial se dirigió al domicilio de la víctima, para informar a sus familiares e interrogar a los vecinos tratando de conocer al conductor luego de chocarla huyó de la escena.
Cuando llegó al barrio estaban todos los vecinos en la calle, pensó que el estupor mantenía en alerta al barrio, pero cuando se acercó al domicilio de la víctima encontró a una joven llorando, de que manera se había filtrado la información si en su dependencia se acostumbraba a informar de estas cosas en persona, le dio el pésame a la joven y ella entre sollozos decía porque hicieron esto, ingreso al domicilio y la sentó en una silla alcanzándole un vaso de agua, su madre falleció por un accidente fatal no fue un homicidio aclaró el policía pensando que esto calmaría a la joven pero su rostro se puso pálido sus ojos se llenaron de asombro, desconcertado el policía dijo pensé que ya lo sabía por lo que me dijo al entrar, no, contestó  la joven hablaba de mi perro los vecinos lo mataron creyéndolo culpable de la muerte de esa mujer, que ahora descubro que es mi madre.

domingo, 17 de julio de 2011

DOBLE HOMICIDIO E INTRIGA EN LA FAMILIA DEL INDUSTRIAL - PARTE FINAL

Ya en comisaría, la detective leyó en informe de la autopsia, Etelvina presentaba quince puñaladas en la espalda, no había signos de defensa ni de lucha, había sido sorprendida por alguien que ingresó por la puerta  del frente, Romina había luchado con su agresor, tenía heridas de defensa en manos y antebrazos, luego tres puñaladas mortales en el pecho la hicieron caer, en el piso recibió diez puñaladas más en la espalda, tenía un dedo cercenado, no se sabe si producto de la lucha o fue realizado con la víctima ya caída.
Camila se sentó en su escritorio tratando de unir las piezas: el atacante había entrado por la puerta principal, que no se encontraba forzada y estaba cerrada con llave cuando llegó la policía, la abuela estaba cocinando cuando fue atacada, o no escucho al atacante o lo conocía porque le dio la espalda y siguió con sus tareas. Romina estaba estudiando en la pieza, al escuchar los gritos de su abuela bajo las escaleras ahí lucho con el atacante hasta que tres puñaladas en el hígado y corazón la hicieron caer al piso. El móvil del robo queda descartado, no faltaba nada en la casa y tampoco revisaron cajones ni joyeros en busca de valores. No hay señales de Nahuel en la casa, lo que indica que no llegó o que al ingresar vio al atacante y huyó. De los análisis de la escena se encontraron dos pistas una huella de zapato con sangre cerca de la puerta y unas gotas de sangre, producto de la lucha con Romina, que no pertenecen a las víctimas.
Descartado el robo, solo podía tratarse de una venganza o un secuestro, llamó al oficial que estaba en la casa, no habían realizado ninguna llamada, entonces fue a interrogar a los amigos de Nahuel, buscando algún indicio de seguimiento previo al secuestro.
Carlos no sabía nada, era amigo de él pero solo lo veía en los recreos y los fines de semana, Camila se concentró en Joaquín su mejor amigo, hacían el recorrido de ida y vuelta de la escuela juntos, iban a futbol y hacían la tarea en la casa de uno u otro. Joaquín dijo que ese día fueron juntos a la escuela, que no había notado nada extraño en esos días mientras caminaban o iban a fútbol, ni autos, ni flash de foto, ni gente siguiéndolos, nada. La detective notó que el joven estaba muy nervioso, miraba para abajo al contestar las preguntas, se mordía el labio y se tomaba las manos con fuerza, las preguntas se tornaron más agresivas y directas, ¿ tenés algo que ver en esto?, ¿colaboraste con el secuestro de Nahuel?,¿ sabes donde está? Joaquín se largo a llorar, los padres que presenciaron todo, le dijeron, por favor si sabes algo hablá, tu amigo puede estar en grave peligro.
El tiempo apremiaba, habían pasado cinco horas desde los asesinatos, estaba atardeciendo y si Nahuel estaba herido, debían encontrarlo pronto. Joaquín miro a la detective y narró los hechos hasta donde los conocía.
Ese día Nahuel no quiso que lo acompañe hasta la casa quería ir solo, quedaron en encontrarse en la puerta antes de entrar al taller, cuando Nahuel regresó, tenía la remera rota y ensangrentada, le preguntó que había pasado, pero este parecía perdido, como si se encontrara frente a un extraño, le dijo que no iba a entrar y se dirigió hacia la plaza cercana a la escuela, cuando los policías preguntaban, el se sentía culpable, pero no quería traicionar a un amigo, no parecía herido, solo algo trastornado.
La pesquisa se traslado a la plaza, sentado en un banco aún con sangre en su cuerpo hallaron a Nahuel.
Después de avisar al padre y trasladarlo al hospital, lo llevaron a la comisaría. Camila lo observó un largo rato, tenía la mirada perdida, su rostro duro no reflejaba angustia ni dolor, solo parecía una mascara de hielo, estaba tranquilo no parecía asustado, todo esto confundía más a la detective,¿ fue un intento de autosecuestro?,¿ fue un simple homicidio?, ¿ presenció todo por eso su frialdad o estado de shock? o¿ fue él el asesino o autor intelectual de los asesinatos?. 
La detective comenzó el interrogatorio: ¿sabes lo que pasó en tu casa? Si fue lo único que salió de su boca. ¿Estabas ahí? Si. ¿Presenciaste los hechos? No. ¿Por qué había sangre en tu ropa? Porque me salpiqué. Esta frase heló a la detective y a todos los que estaban ahí. Entonces,  Camila dijo, Nahuel ¿podés contarnos lo que pasó en tu casa?.
Si, otro frío y simple si salio de su boca, antes de que el relato comenzara.
Salí de la escuela camine hasta casa, abrí la puerta, la abuela estaba cocinando puchero como siempre, la salude y siguió con sus ollas, tomé un cuchillo de la cocina y comencé a clavárselo en la espalda, la zona era dura así que tuve que hacer mucha fuerza, la hoja se dobló, escuche que mi hermana bajaba las escaleras corriendo tomé otro cuchillo, cuando vio a mi abuela gritó, intenté apuñalarla, pero se defendió con los brazos y las manos, luchamos hasta que sentí que sus fuerzas se debilitaban y aproveché para clavarle el cuchillo en el frente, cayó y seguí apuñalándola hasta asegurarme que estaba muerta. Luego salí, fui a la escuela, pero no tenía ganas de entrar, así que me quedé en la plaza.
Cuando todos los presentes incluyendo la detective asimilaron el relato alguien preguntó ¿por qué? ¿por qué hiciste eso?,  al voltear, notaron que era el padre quién preguntaba, lo miró y dijo, no sé.
El juicio duro más de un año, como suelen ser estos juicios, pero en la comisaría nadie olvidaba ese caso, todavía trataban de entender el comportamiento de Nahuel, nunca habían vivido nada igual. Pasaron expertos, psiquiatras, psicólogos y al final el juez determinó que Nahuel era inimputable, no comprendía la gravedad de los actos porque era psicótico, en ese momento se encontraba en un estado donde tenía una visión distorcionada de la realidad, la sentencia fue una internación en un hospital psiquiátrico, con evaluaciones periódicas, hasta que se considere apto para vivir en sociedad.  

sábado, 9 de julio de 2011

DOBLE HOMICIDIO E INTRIGA EN LA FAMILIA DEL INDUSTRIAL - PRIMERA PARTE

La familia Milesi era una típica familia de clase alta, que con esfuerzo y mucho trabajo, habrían logrado, desde la llegada de sus abuelos inmigrantes, formar una industria familiar, que en este momento estaba en pleno auge, lo que le permitía a sus dueños tener una vida acomodada de lujos y riquezas.
El encargado de la fábrica era el padre de la familia, único heredero del imperio industrial. Vivía en una casa céntrica de la ciudad, por simple comodidad, ya que podía vivir en cualquier barrio cerrado de las afueras, pero como el señor Alejandro, vivía con sus hijos y su madre, el estar ubicado en el centro, le permitía a sus hijos concurrir a la escuela y facultad caminando y a él ir a la administración de la fábrica también le quedaba cerca.
Un día como cualquier otro, los chicos se levantaron a desayunar, la abuela ya les tenía todo listo, le encantaba atender a sus nietos, Alejandro bajo a la cocina y los saludó mientras tomaba un café con una tostada y preguntaba a sus hijos por las actividades del día, los despidió con un beso y se fue a trabajar. Romina tenía clases recién al mediodía así que iba a aprovechar para estudiar en su pieza toda la mañana; la abuela ya tenía su día organizado, lavar, cocinar, tejer y mirar tele; Nahuel tenía escuela hasta el mediodía y luego del almuerzo taller hasta las seis.  Así que el único que dejo la casa fue Nahuel.
A las once de la mañana unos gritos aterradores alarmaron al barrio, venían de la casa de los Milesi, enseguida los vecinos llamaron a la policía, al no obtener respuesta al  llegar, tumbaron la puerta, lo que vieron descompuso a más de un policía experimentado. En el piso de la cocina, ya sin vida, se encontraron los cuerpos de Etelvina y Romina completamente ensangrentados, con varias puñaladas y cortes en distintas partes del cuerpo, sin tocar nada los policías se retiraron y llamaron a la detective Camila Juárez.  Ella entró a la cocina observó la escena, en la cocina las ollas hervían un puchero de esos que tienen olor a abuela, la cocina tenía unas sillas caídas, la anciana se hallaba al lado de la mesada, la joven a los pies de la escalera, unos cuchillos de cocina ensangrentados fueron arrojados cerca de la puerta de calle. La detective recorrió la casa, ningún cajón se encontraba abierto, en la pieza de Romina la computadora estaba aún encendida y unos libros estaban  abiertos sobre la cama, la pieza de Nahuel estaba sin tocar y el escritorio del señor Alejandro no presentaba signos de robo.
Cuando volvió  a la escena preguntó por el joven y el padre. Al padre lo habían encontrado en la fábrica ya lo traía una patrulla, del joven no se tenían noticias había salido de la escuela a la hora del almuerzo y no se supo más de él, a esa hora ya debía haber llegado a la casa.
Luego de las fotografías de rigor, retiraron los cuerpos para la autopsia antes de que llegara el padre. En la puerta lo recibió la detective para interrogarlo, no tenía enemigos, en la casa no  guardaba dinero, solo unas joyas en la caja de seguridad, que constató que no había sido forzada. En ese momento, preguntó por su hijo, no lo habían encontrado. ¿Lo habrán secuestrado?, esa era una posibilidad, comunicó la detective, la otra que haya escapado y se encuentre herido.
La detective dio la orden de rastrear la ciudad en busca de Nahuel y luego de darle un sedante sentó a Alejandro cerca del teléfono, esperando una posible llamada de rescate, no tardaran en llamar, tranquilizó al hombre.
El operativo de rastreo incluyó, el cierre de los ingresos, una recorrida por los barrios más peligrosos de la ciudad buscando pistas o alguien que haya visto al joven, interrogaron a docentes y compañeros de la escuela, para saber los últimos pasos del joven, había tenido una mañana normal de clase. Se llevaron a la comisaría a  los amigos más íntimos,  para interrogarlos sobre posible movimientos extraños  en las últimas semanas, autos estacionados, cualquier indicio que confirme la hipótesis de un secuestro.

CONTINUARA...

miércoles, 6 de julio de 2011

LA DESAPARICIÓN DE MARINA -FINAL

Cuando explicó el motivo de su visita, sus rostros cambiaron abruptamente y entre asombro y temor relataron a la detective los hechos de los últimos días.
- Hace aproximadamente una semana, recibieron una llamada de Marina, la hija de una matrimonio amigo que hacía años no veían, ella y su familia solían pasar el verano allí, a Marina le encantaba andar a caballo, correr, trepar, caminar sola por el campo al atardecer, para sentarse bajo un árbol a escribir hasta que la noche la atrapaba con su oscuridad y volvía sonriendo a la casa a cenar. Si bien seguían siendo amigos de los padres, desde que la niña se pusiera de novia y se casara no habían tenido noticias de ella. Hasta el día de esa llamada, donde solo les dijo que quería ir al campo. Ellos la recogieron en la ruta a las dos de la tarde como les había pedido y cuando llegaron  la vieron tan extraña y retraída que no quisieron hacerle preguntas que la incomodaran. Pasaba los días en su habitación de la que sólo bajaba para caminar por el campo al atardecer y escribir, su ánimo parecía mejorar con los días y aunque no hablaba de su familia, ni de su vida, conversaba con ellos de los veranos pasados y sonreía al recordar un potrillo o un tero mascota de la familia.
El matrimonio desconocía que la estaban buscando, y que nadie sabía su paradero, sino se hubiesen comunicado con los padres.
En este punto de la conversación y luego de tomar varias notas, la detective pidió hablar con Marina. La señora, temerosa, la acompañó hasta el dormitorio golpeando suavemente la puerta, y le comunicó que había una persona que quería hablar con ella. Marina, abrió como si algo muy pesado colgara de la misma, su rostro parecía inexpresivo, sentada en la cama; la primera en hablar fue la detective, le dijo: -“¿Sabe por qué estoy acá?”, - Supongo qué mi familia me está buscando, dijo la mujer.              
 - Disculpe la intromisión, pero podría explicarme que pasó, ¿la obligaron a venir?, ¿le exigieron que traiga cierta suma de dinero con usted?, interrogó la detective.
- No, es algo más complicado de entender y expresar.
- Tengo toda la noche, porque en verdad quiero entender como una mujer considerada ama de casa excepcional, madre ejemplar y esposa amorosa, decide abandonar todo y desaparecer en un campo olvidado del mundo.
- Necesitaba huir para encontrarme; sabe, desde hace años no hago otra cosa que ser lo que quieren mis hijos, una madre ejemplar, lo que quiere mi esposo, una mujer cariñosa y lo que la sociedad espera de una mujer, que sea buena ama de casa, organizada, sociable, con buena figura, con una sonrisa siempre en la cara y sin quejarse de nada. Me cansé de no ser yo, fueron muchos años siendo lo que los demás esperaban de mí, era tiempo de saber qué es lo que quería yo , quién es Marina, qué le gusta, qué la hace sentir bien, qué la aburre, qué la enoja, qué la apasiona; es triste darse cuenta un día que una no sabe quien es, porque siempre fue lo que lo demás quisieron que fuese y más angustiante es sentirse atrapada en ese mundo que uno creó y no poder decirle a nadie lo que pasa por su cabeza, por miedo a ser tratada de loca o de inconformista, porque se supone que tengo todo lo que se necesita para ser feliz, según la sociedad, sin embargo, puedo asegurarle que no encontrará en la ciudad alguien más infeliz que yo. Entonces, recordé este lugar, y sabe, fue la última vez que me sentí yo misma, acá con los caballos, con el olor del campo al atardecer, escribiendo poemas que era lo que más me gustaba, fue la última vez que me sentí Marina, entonces volví para encontrarme, para averiguar qué fue lo que perdí en el camino del destino, que me transformó en otra persona totalmente distinta  e infeliz, volví para recuperarme y recobrar la felicidad.
El canto del gallo, que anunciaba la salida del sol, dio por culminada la noche y la charla, la detective se levantó, miro a la mujer y le dijo que iba a avisar a su familia que estaba bien y que volvería cuando se sintiera mejor, para explicarles lo que había sucedido; mientras tanto iba a enviar un psicólogo de la policía, para que la ayudara.
La mujer hizo un gesto asintiendo. Al llegar al comedor, Camila notó que el matrimonio todavía estaba allí, les dijo que no se preocuparan por nada, que la cuidaran y que vendría una persona a hablar con Marina para ayudarla.
De regreso a la ciudad pasó por la casa de los Martínez, habló con Roberto tratando de explicar las cosas y tranquilizarlo. El hombre, algo desconcertado, entendió que lo mejor era dejar a su mujer en aquel lugar y esperar su pronto regreso, el solo hecho que estuviera viva y bien, era motivo suficiente para estar feliz, lo demás era cuestión de tiempo.
Después de una noche tan larga, llamó a su jefe (mañana haría el papeleo), explicó los avances de la investigación, solicitó el psicólogo para Marina, dio por cerrado el caso y se acostó. En su cama, con la compañía silenciosa de su gato, reflexionó: qué extraña es la vida que hace que una mujer perfecta y con todo para ser feliz, se sienta sola, atrapada en su realidad y triste;  ella, que pensaba ser la mujer más solitaria y triste de la ciudad. Con ese pensamiento y recordando la cara de Marina, se durmió. 

                                                                      FIN

Marina dejó atrás una vida supuestamente feliz y plena para buscarse a sí misma, como las flores, abandonó  su destino y se dirigió a un nuevo  amanecer en su vida (comentario personal de la autorade). Les  gustó el relato, espero comentarios sobre que pensaron y si coincidió con el final, besos, ahora les toca a ustedes escribir, quiero leer mucho. ¿será cierto, existe Marina en algún lugar?

martes, 5 de julio de 2011

LA DESAPARICIÓN DE MARINA - SEGUNDA PARTE

La policía, muy escéptica aún, caratuló el caso como: “desaparición de persona”, designando a la detective Juárez, muy renombrada en cuestiones de casos difíciles.
Lo primero que  arrojó la investigación fue la aparición del auto abandonado en un pueblo a veinte kilómetros de la ciudad, todo en su interior parecía normal, no había signos de lucha, ni sangre, ni cerradura forzada, ni vidrios rotos, las llaves estaban en el piso, tomaron huellas del interior del auto, pero, aparte de las de Marina, no hallaron ninguna ajena a la familia.
Se ordenó rastrear las tarjetas y los movimientos bancarios de la cuenta familiar, así como la línea telefónica  de la casa y del celular de Marina. Del rastreo se supo que el celular se dejó de usar el día de la desaparición, el teléfono familiar no arrojaba mayores datos, salvo un número marcado la mañana de la desaparición, con un código de área lejano al domicilio de la víctima.
De la indagación de los movimientos bancarios y de los testimonios recogidos de vecinos y familiares, la detective pudo armar un boceto de cómo era Marina:" Parecía una mujer organizada, pagaba sus cuentas los primeros días del mes, todas las semanas iba al supermercado y hacía un pedido y aunque pocas veces compraba ropa o zapatos para ella, sí, hacía compras en varias tiendas de la ciudad para sus hijos y su marido; era muy hogareña, tenía un concepto en el barrio y en las escuelas de madre ejemplar, era muy sociable pero rara vez salía con sus amigas; aparentemente tenía buena relación con su familia y con la familia de su marido".
La detective se dispuso a tratar de entender la mentalidad de esta mujer ama de casa, madre ejemplar, esposa cariñosa, sociable, buena persona, sin ningún enemigo, que desaparece de un día para otro sin dejar rastro, era una incógnita. En sus veinte años de carrera nunca le había tocado un caso tan extraño.
Con las pocas pistas que tenía, trató de seguir los pasos del día de su desaparición, para encontrar algo que guiara su investigación.
Aparentemente, ese día, Marina se había  levantado  una hora antes que su familia para preparar el desayuno, había despedido a su esposo como todos los días, sacando el auto de la cochera para llevar a los hijos a la escuela y al pequeño al jardín. Al volver a su casa había lavado ropa, limpiado la casa,  preparado el almuerzo, a las once había realizado una llamada no identificada, había servido el almuerzo, tomado su cartera, subido al auto, aparentemente, habría retirado una suma de dinero de un cajero en las afuera de la ciudad en dirección donde después se encontró el auto.
Después de analizar estos detalles la detective guió su pesquisa en dirección al lugar donde se había realizado la llamada, algo había pasado en la mente de esta ama de casa que despertó en ella la necesidad de retirar dinero y dirigirse a ese sitio, abandonando su casa y su familia.
Esa misma noche Camila se dirigió a una casa de campo situada a veinticinco kilómetros de la ciudad, a pocos kilómetros de donde fue encontrado el auto de la víctima. Afuera, la casa tenía un aspecto humilde, sencilla, con pocas comodidades, como suelen ser las casas de los administradores y cuidadores de campo, aunque ésta, estaba algo abandonada y parecía deshabitada, pero se veía una la luz encendida y un murmullo de conversación que venía del interior.
Se acercó sigilosamente y golpeó la puerta, un descuido total para una investigadora, que no sabe si se encuentra ante un secuestro u otro delito, pero su intuición le decía que este no era  el caso. Le abrió la puerta un hombre mayor, que al identificarse como policía la invito a entrar. Sentada en el living de la casa, pudo apreciar, que pese al aspecto externo, la casa era limpia y muy cálida, el matrimonio mayor que la habitaba parecía tan asombrado de su presencia, como ella de encontrarse allí. 

CONTINUARÁ.....

lunes, 4 de julio de 2011

LA DESAPARICIÓN DE MARINA- PRIMERA PARTE


Marina era una mujer muy bella, con grandes ojos azules y un espíritu incansable. Señora de su hogar, dirigía como una experta en marionetas los hilos de su casa. Llevaba un horario de todas las actividades que debían realizar sus hijos, su marido y ella misma.
Su mente era tan rápida, que podía almacenar, no sólo los horarios, sino las compras que debía realizar, las reuniones a las que debía acudir y los pagos que mensualmente tenía que cumplir.
Con una amplia sonrisa se desplazaba por el mundo dejando el pequeño en el jardín, el del medio en básquet y el mayor en fútbol, después tenía una hora para ir a gimnasia e iniciar el recorrido de vuelta, pasando por el supermercado. Con todos en casa era la hora de la leche, de la tarea, después, mientras jugaban los chicos en el patio cocinaba para toda la familia esperando el regreso de su marido.
Roberto hacía horario de oficina y ansiaba llegar a su hogar para disfrutar de una cena en familia. Todo se desarrollaba con tranquilidad y alegría en casa de los Martínez. Matrimonio que llevaba quince años de casados, intercambiaba miradas de tan profundo amor  que parecía estaban en su primera época de noviazgo, se amaban profundamente y en la cama eran tan fogosos como la primera vez.
Los hijos, preciosos e inteligentes como sus padres no tenían problemas en la escuela, les gustaban los deportes, jugar con la computadora, visitar  amigos y abuelos.
Este era el panorama familiar tan calmo y lleno de amor casi perfecto que precedió a la desaparición de Marina.
Un día cuando los chicos regresaron del colegio con Roberto, al mediodía, notaron algo extraño en el hogar, todo estaba limpio y ordenado con la comida recién hecha sobre la mesa, pero Marina  y el bebé no estaban. Esperaron que regresaran del jardín para comer, pero no venían, llamaron al Jardín y comunicaron que no habían ido a retirar al pequeño. Roberto de inmediato llamó a su suegra, pero ahí no estaba, sospechando algo raro revisó el ropero, la ropa seguía en el mismo sitio igual que las cremas y perfumes; la puerta estaba cerrada con llave porque Roberto recordaba haberla usado  para entrar, lo único que faltaba era el auto y su cartera. Desesperado recorrió la ciudad pensando que había tenido un accidente, pero ante la ausencia de noticias decidió hacer la denuncia en la policía . En la comisaría le dijeron que eso era común que a lo mejor había  salido a dar una vuelta y que por la noche regresaría. Él, conociendo a su esposa, tan responsable y aplicada, no creía que este fuera su caso, algo le había pasado porque por ningún motivo dejaría a su hijo en el jardín.
Para tranquilizarlo, le dijeron que si no volvía esa noche al otro día mandarían una patrulla a echar un vistazo a la casa.
Agotado, Roberto regresó a su casa, llamó a la suegra para ver como estaban los chicos y para informarle lo que le había dicho la policía; entonces se acostó en su cama que ahora parecía más grande y fría que nunca al no estar su compañera de toda la vida. No pudo dormir, alterado por cualquier ruido  parecido a  pasos, llaves o picaportes moviéndose. Al otro día, la policía recorrió la casa revisando todo, sólo para constatar que no había ninguna abertura forzada y que salvo el auto y la cartera no faltaba nada.
Pasaron los días, la familia trató de volver a sus actividades con la ayuda de las abuelas, pero a Roberto se le hacía difícil concentrarse en el  trabajo y dormir tranquilo, porque los más horribles pensamientos pasaban por su cabeza, al no tener noticias de Marina, ni del auto.

CONTINUARÁ.....

sábado, 2 de julio de 2011

ASESINATO PASIONAL A FINES DEL 1800

Hola amigos, hoy quiero contarles una historia, que es nació hace más de un siglo, pero solo fue descubierta hace pocos años, como no pensé que iba a ser tan larga la hice en una sola entrada, espero no aburrirlos y que se queden leyendo hasta el final.
En una antigua casona de Buenos Aires, se mudaron los recién casados Francisco y Lucía, decoraron la casa con los pocos muebles de  sus antiguos departamentos de solteros y como el espacio que quedaba por completar era mucho, decidieron comprar muebles viejos acordes con la casa en los negocios de antigüedades del barrio.
Así, la casa se fue llenando de cómodas con espejos, roperos con estilos portugueses, floreros antiguos y un gran espejo de pie que engalanaba todo el dormitorio, para el comedor compraron arañas, adornos y artesanías antiguas, pinturas con marcos viejos y los muebles de distintas generaciones dejaron la casa hermosa.
Pero luego de comprar los muebles Lucía pensó que el frío de las habitaciones iba a bajar pero nada sucedió, le daba miedo quedarse sola, escuchaba ruidos extraños, crujir de madera, puertas cerrándose, cuando volvía Francisco y le contaba, él decía las casas viejas son así, siempre se escuchan esos ruidos.
Una noche, mientras Lucía dormía, escucho pasos en el pasillo y vio pasar una tenue luz, quiso despertar a su marido, pero dormía como tronco, tomó coraje, como solo las mujeres de hoy pueden hacerlo, agarró un velador de bronce, somo valientes pero no boludas y luego de abrir lentamente la puerta siguió la luz que descendía por unas escaleras laterales que nunca se usaban, entre telaraña y ruidos de bichos, que no quiso mirar, descendió lentamente las escaleras, al llegar a la puerta una discusión se oía del otro lado, eran una mujer y un hombre, él era el que más hablaba y levantaba la voz, en ese momento se hizo un silencio y lucía aterrada subió las escaleras tan rápido como pudo, para encerrarse en su cuarto esperando ver pasar la luz otra vez, pero eso no sucedió, no se pudo dormir y cuando Francisco la vio sentada en la cama, transpirada y aferrando con fuerza el velador le dijo, estas loca o viste un fantasma, frase que suelen decir los maridos cuando no comprenden ciertas actitudes nuestras, pero la respuesta de ella lo preocupo más que su actitud, dijo, creo que los dos.
No quiso entrar en detalles en el desayuno, porque sabía de la incredulidad de su marido pero las palabras salían de su boca como un torbellino de alivio, cuando terminó el café, su marido, sin decir una palabra la beso, se despidió y dijo, voy a llamar alguien para reparaciones, luego se fue.
Reparaciones, repetía una y otra vez, mientras fregaba todo lo que había en la casa, este nunca entiende nada, a la tarde llamó el señor de las reparaciones para decirle que iba al otro día en la mañana.
Esa noche, Lucía dejo de lado el velador y se aferró a la cruz más grande que encontró en la casa mientras se acostaba esperando los pasos y la luz. A la misma hora de siempre los pasos se presentaron, la luz se asomó debajo de su puerta, pero esta no siguió su camino se detuvo y un fuerte viento abrió la puerta, no sé si fue porque cerró los ojos del susto o porque en verdad no había nada, pero la puerta quedó abierta.
Esa mañana, decidió obviar los comentarios a su marido sobre la noche anterior, él se limitó a preguntar por sus ojeras y porqué había dejado la puerta abierta, no respondió, dijo, hoy viene el de las reparaciones,mejor dijo él así de una vez por todas te das cuenta que es una casa vieja.
A eso de las nueve llegó Raúl, luego de recorrer la casa le dijo, esta es una casa vieja, la cara de la dueña habrá dicho mucho, porque Raúl enseguida agregó, no, yo soy del barrio, esta casa fue construida en en mil ochocientos setenta, por un comerciante muy rico, pero se encuentra en buen estado, solo hay que cambiar unas tuberías, asegurar unas puertas y ventanas y va a quedar como nueva.
Lucía le preguntó si podía contarle algo extraño que pasaba en la casa y que no se relaciona con las refacciones que mencionó, la cara se le puso pálida, si usted desea señora la escucho, dijo. Ella relato, que la casa era muy fría que compro muebles, estufas, pero sigue siendo fría, que escucha durante el día ruedos de maderas y puertas que se cierran y una noche, dijo, haciendo una pausa, para adivinar como iba a reaccionar su interlocutor, oí pasos y un tenue luz se vió debajo de la puerta, lo seguí y tomo por esas escaleras dijo señalando las angostas y destartaladas escaleras en desuso. Pero usted esta loca señora, lucía volvió a desengañarse, pero enseguida Raúl agregó, como lo va a seguir y por ahí, quiere quebrarse una pierna, tiene razón, contestó Lucía, no pensé que las escaleras estaban en mal estado, al instante ella recordó que había dicho cómo lo va a seguir.
¿Qué sabe,  rogó la mujer por favor, no aguanto más ayer abrió mi puerta quien anda en la casa por las noches.
Eso señora, no se lo puedo explicar yo, pero conozco a alguien que sí, si quiere la traigo esta tarde para que pueda dormir tranquila, porque por su cara hace tres noches que no duerme, Lucía le agradeció muchas veces lo que hacía por ella.
A la tarde, a la hora convenida, golpeo la puerta una anciana, se presentó como Jacinta, la bisabuela de Raúl, miro alrededor y dijo que, has hecho muchacha, ella no entendía de que hablaba, siéntate y trae un té porque lo que te tengo que contar es largo.
Las dos a la mesa se miraron una joven entusiasta agotada y desesperada, la otra una anciana con la experiencia que traen los años la miraba tranquila y paciente comenzó el relato, ¿esto no estaba en casa no?, no lo compre en las tiendas del barrio porque tenía pocos muebles.
Ya te habrán contado que la casa es vieja, de mil ochocientos, la hizo hacer un comerciante ingles, también trajo los mejores muebles y candelabros que pudo conseguir por el mundo en sus barcos, el se dedicaba a la venta de telas, vestidos, adornos y esclavos. Un día cuando bajaba el cargamento que era trasladado a Brasil en barcaza, vio a una joven negra, hermosa de ojos miel, enseguida la hizo apartar del grupo y trasladar a su casa, lo que sucedió después ni el ingles ni la niña pudieron adivinarlo, aunque el ingles era casado, era muy común en esa época tener amantes, incluso las criadas negras, pero ellos se enamoraron locamente, ella sabiendo su condición de amante de descarte y el sabiendo que nunca podría coincidir con ella. Las visitas a la habitación de ella, esa que esta en desuso y tiene una escalera rota, se hicieron muy seguidas, un día ella le dijo que estaba embarazada, las peleas comenzaron, fue imposible que la mujer que hasta ese momento no había podido tener hijos se enterara, exigió a su marido que vendiera a la esclava enseguida, el no supo que hacer estaba enamorada de la joven y ahora tendría por un hijo, pero era consiente de los comentarios del barrio y sabía que eso arruinaría su negocio.
Esa noche, tomada la decisión bajo por última vez las escaleras, al abrir la puerta ella tenía el recién nacido en brazos, el tiro el cuchillo y la abrazó  con lágrimas en los ojos, huyamos juntos, le propuso a Brasil, podré rearmar mi negocio y viviremos juntos como siempre quisimos. Ella tomó el niño, lo envolvió, lo dejó sobre la cama, le beso la frente y le dijo, sabes que no puedes hacer eso, termina lo que viniste a hacer, pero no le hagas daño al niño, entregálo a alguna familia que lo críe bien, el la brazó llorando y clavó el puñal en su vientre, la beso en lo labios y la vio morir lentamente.
Con la ayuda de un criado, tiro el cuerpo al río y le encargó el niño, con la condición de que nunca sepa donde está.
Lucía, vio a esa anciana contar esa historia de fantasma y asesinatos con tanta naturalidad mientras tomaba de a sorvitos el té, que no lo podía creer. Disculpe señora no quiero faltarle el respeto, pero esto que me cuenta es algo increíble, en esta casa alto han vivido muchas personas y nunca pasó nada, aparte el costo que pagué fue muy alto. Sí, dijo la anciana, pero nadie había comprado sus muebles, esta casa amueblada como cuando ellos vivían, por eso regresan cada noche a revivir ese momento tan trágico, cuando terminó de decir esto, Lucía sintió que le bajo la presión y se desmayó, al volver en sí vio el rostro asustado de su marido que la miraba a ella y a la anciana que le trataba de reanimarla.
A Francisco decidieron hacerle un resumen del relato, cuando su esposa se sintió mejor,él actuando como el más creyente en este asunto, dijo, que se debe hacer. primero dijo la anciana hay que deshacerse de los muebles y demás adornos, luego debemos rezar a la noche y hacer una ceremonia para pedirle que dejen el lugar.
Yo me ocupo de los muebles, candelabros, etc, ahora en el seudo- espiritismo no cuenten conmingo.
A la noche, a la hora donde comenzaban los sucesos, llegaron al lugar dos ancianas y Rubén, prendieron velas blancas y comenzaron a rezar hasta llegar a la habitación, en eso escucharon los pasos del inglés acercándose. Cuando entró a la habitación se sorprendió de ver a la joven que vivía en la casa, a dos ancianas y un hombre rodeando la cama de su amante. Comenzaron a rezar y el se acercó a la anciana intrigado, el miro sus ojos de miel, su piel mulata y le preguntó eres mi hijo, no respondió ella, soy tu nieta.
Ella reunió la pareja que aún la miraba con ojos emocionados y les dijo es hora de irse a un lugar donde puedan vivir juntos para siempre, se despidieron de todos y les agradecieron, en ese momento una luz iluminó la habitación, la anciana miro a los presentes y dijo ahora están en paz.